En un esfuerzo continuo por atender la salud mental en Nayarit, el Centro de Salud Mental Césame Tepic ha implementado una serie de servicios de prevención y atención, destacándose por su labor de primer nivel en la consulta externa. Durante una entrevista con la titular del centro, Cintia del Rayo Martínez Velázquez, se detallaron las labores realizadas en este espacio y su compromiso por brindar apoyo emocional a la población.
Martínez Velázquez explicó que Césame Tepic no solo se enfoca en consultas psicológicas y psiquiátricas, sino también en actividades preventivas extramuros; además, el centro cuenta con una línea de intervención en crisis, la cual ofrece primeros auxilios psicológicos y contención emocional las 24 horas del día.
Esta línea de ayuda, accesible para todos, es atendida por personal en tres turnos: matutino, vespertino y nocturno, cubriendo también los fines de semana. “Nuestra línea es el teléfono 311-214-0101, y pueden llamar cualquier día y a cualquier hora. Contamos con personal en todos los turnos para asegurar que haya siempre alguien disponible para atender una crisis”, afirmó Martínez Velázquez.
La línea de intervención recibe aproximadamente 170 llamadas al mes, en su mayoría relacionadas con diagnósticos como ansiedad, depresión, ideación suicida e intentos de suicidio. Cuando es necesario, el personal de Césame coordina con el 911 para que una ambulancia acuda al domicilio del paciente, asegurando una respuesta oportuna en situaciones críticas.
Un dato alarmante que mencionó la titular del centro es la variabilidad en las edades de las personas que utilizan la línea de ayuda, ya que se han registrado casos desde jóvenes de 14 años hasta personas de 50 años. Además, en las consultas presenciales, se ha notado la presencia de niños tan pequeños como de 9 años que llegan al centro por intentos de suicidio o ideación suicida, a menudo acompañados por sus padres o remitidos por las escuelas.
Martínez Velázquez concluyó señalando que uno de los problemas que han detectado entre los niños y adolescentes es una baja tolerancia a la frustración, una situación que refleja la creciente presión emocional que afecta a las nuevas generaciones. Para abordar este problema, el centro realiza actividades preventivas en escuelas, buscando reducir los riesgos entre los menores.