Yasira Malak Medina, activista de Pueblos Originarios de la comunidad Higuera Gorda en Nayarit, destacó los grandes desafíos que enfrentan las personas trans, particularmente en zonas rurales. A pesar de los esfuerzos por visibilizar la discriminación y las dificultades de acceso a oportunidades laborales y servicios, la comunidad trans aún enfrenta violencia, falta de aceptación y exclusión social.
Medina explicó que muchas personas de su comunidad, incluidas las mujeres trans, se dedican principalmente a la artesanía y al trabajo agrícola, sectores donde no siempre encuentran oportunidades de crecimiento. Además, señaló que el estigma y el rechazo familiar y social llevan a muchas personas trans a migrar a ciudades en busca de un ambiente más seguro.
En términos de seguridad, aunque no se han registrado transfeminicidios recientes en su región, Medina subrayó que las agresiones y el maltrato siguen siendo una realidad para las personas trans. Sin embargo, destacó la importancia de los foros y espacios de diálogo donde la comunidad puede compartir sus experiencias y recibir apoyo de instituciones y colectivos.
Finalmente, Medina mencionó la labor de colectivos como “Casa de las Muñecas Tiresias”, que trabaja en la prevención y sensibilización sobre el VIH en comunidades rurales. Aunque actualmente no se han detectado casos de VIH en su zona, la activista está comprometida en educar a las personas sobre la importancia de la prevención y el acceso a pruebas de detección.