Christian Meza

En un esfuerzo por abordar la creciente problemática de la violencia intrafamiliar en Nayarit, Miriam Tesera Arrámbide Tapia, del Instituto Nayarita de Apoyo y Prevención de Violencia Intrafamiliar (INAPVI), destaca la urgente necesidad de infraestructuras de apoyo eficientes para las víctimas. Aunque el gobierno ha inaugurado una casa de emergencia que brinda refugio temporal por hasta tres días, la realidad muestra que esta medida es insuficiente para enfrentar la magnitud del problema.

El único refugio en Bahía de Banderas, según Arrámbide Tapia, opera en condiciones vulnerables, lo que subraya la importancia del apoyo continuo de la sociedad civil en la gestión de recursos. La variabilidad en el número de mujeres que buscan refugio refleja una tendencia alarmante en el aumento de la violencia, exacerbada por factores como la falta de recursos, educación y la ausencia de figuras parentales.

La activación de la alerta de género en siete municipios hace casi siete años, que ahora se extiende a los 20 municipios del estado, plantea una pregunta crítica sobre la eficacia de las acciones gubernamentales en esta área. A pesar de la existencia de mecanismos específicos de atención, su implementación ha sido cuestionable, lo que lleva a Arrámbide Tapia a cuestionar las razones detrás de esta inacción.

Arrámbide Tapia hace un llamado a la unidad y al trabajo conjunto, más allá de las diferencias políticas, con el objetivo de levantar la alerta de género en al menos un municipio y, eventualmente, en todo el estado. Este esfuerzo requiere una colaboración sin precedentes entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado para garantizar la seguridad y el bienestar de las mujeres en Nayarit, demostrando que es posible avanzar hacia la erradicación de la violencia intrafamiliar.

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